Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son aquellas en las
que la principal vía de infección es el contacto íntimo, aunque hay ocasiones en que no es
el único. No se pueden considerar un cuadro urgente en cuanto a su gravedad
y necesidad de tratamiento inmediato. Pero son numerosas las pacientes que acuden a los
servicios de urgencias por
esta causa; por lo florido del brote, por la incomodidad de la
paciente que demanda una solución rápida por las implicaciones sociales o riesgo de contagio al
compañero sexual. Si la paciente está embarazada teme las consecuencias que pudiera tener para el
feto.
Los síntomas más frecuentes serán dolor abdominal bajo, sangrados
vaginales, o flujo vaginal excesivo o molesto. Éste último síntoma será uno de los
principales dentro del cuadro de vulvovaginitis, pero no todas las vulvovaginitis son ITS, ni todas
las ITS dan síntomas de vulvovaginitis.
Las vulvovaginitis son unos de los problemas principales en la
práctica clínica diaria del ginecólogo; se estiman frecuencias de hasta el 20% de las mujeres
por año pueden sufrir un proceso infeccioso vulvovaginal.
Deberíamos pensar en vulvovaginitis como un complejo sindrómico; y
aunque lo primero que se nos venga a la cabeza sea la causa infecciosa, también
deberemos tener presente otras causas no infecciosas en el diagnóstico diferencial.
Vulvovaginitis es la inflamación de la vulva, la vagina o ambas
estructuras a la vez; pero hay otras patologías como las uretritis, las cistitis o las
cervicitis que comparten síntomas con la estricta inflamación vaginal. De hecho hay autores que tratan
cervicitis y vaginitis como la misma entidad, ya que se entiende que las cervicitis es, la parte
vaginal del cuello uterino, afecta.
Además vulvovaginitis (VV) se podría considerar un término poco
afortunado, ya que no englobaría la vaginosis bacteriana (VB), que no produce una
respuesta inflamatoria y es una de las causas principales de consulta, relacionado con sintomatología
vaginal.
Hay casos de vulvovaginitis recurrentes; secundarios a cándida o
herpes especialmente que son difíciles de erradicar y pueden llevar a la desesperación a la
paciente y al clínico en su manejo. Alrededor del 90 % de las mujeres con sintomatología están
causadas por cándida, tricomonas o son Vaginosis bacterianas.
¿QUÉ HACER EN ESTA SITUACIÓN?
Deberíamos comenzar siempre con una anamnesis adecuada; ya que
uniendo la historia clínica con el examen físico y unas pruebas simples, muchas de ellas
realizables en urgencias, podremos llegar a un diagnóstico.
Primero preguntar a la paciente el motivo principal de consulta
como el incremento en la cantidad del flujo, cambio en sus características habituales,
olor, color, consistencia,.. dolor o prurito vaginal, sensación urente, disuria o dispareunia. Éstos
son los síntomas característicos de la vulvovaginitis; y se describen síntomas y flujos
característicos para cada tipo de infección; pero existen formas anormales de presentación y hasta un 20% de
las pacientes presenta infección microbiana por 2 o más microorganismos.
Debemos preguntar en la anamnesis, el tiempo de evolución,
medicaciones como anticonceptivos o antibióticos, autotratamientos, actividad coital, hábitos
higiénicos,… compañeros sexuales, cambio reciente del mismo, si padece síntomas,... método
anticonceptivo, enfermedades generales, síntomas relacionados con infección urinaria (ITU) como
tenesmo, disuria, urgencia miccional...
SI QUIERES SABER MÁS SOBRE LAS I.T.S. MIRA ESTA PRESENTACIÓN EN LA QUE SE EXPLICAN ALGUNAS DE ELLAS.
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